EL GOLEM
- Dibujos: Daniel Montero Galán
Del poder que tienen las palabras para construir lo que somos. «Una cima de Mayorga», según Marcos Ordóñez. «Uno de los estrenos teatrales más importantes de este siglo», dice Pablo Caruana en eldiario.es
El sistema de sanidad pública colapsa. Como muchos otros pacientes en todo el país, Ismael, que sufre una rara enfermedad, está a punto de verse obligado a abandonar el hospital en que lo han venido tratando. Al mismo tiempo, Felicia, su mujer, recibe una inesperada propuesta: Ismael conservará su cama y seguirá siendo atendido si ella memoriza un texto.
Parece una tarea sencilla, sin embargo, día a día Felicia percibirá que, conforme haga suyas las palabras de ese texto, que no sabe quién escribió, algo dentro de ella –en sus sueños, en su memoria, en su imaginación; también en su cuerpo y en su voluntad– se irá transformando.
«El Golem es una de las obras más densas y poderosas de su autor. No estoy seguro de haber apurado sus sentidos. Una cima de Mayorga». Marcos Ordóñez
«Después de leer por primera vez El Golem me descubrí hablándole a mi hijo con una propiedad, un cuidado, un cariño y una consciencia con la que creo que no le había hablado hasta entonces. Y de mi hijo el efecto pasó a todos los que me rodean. Y cuando me dejo llevar por la corriente del uso atolondrado de las palabras, aparecen como salvadoras las imágenes que me produjo la obra de Juan Mayorga». Alfredo Sanzol
«Golem somos todos. Torpes criaturas de barro a las que han metido en la boca las palabras de otro, las palabras del otro; y las repetimos y las desgastamos y las renovamos en paralelo y a contrapelo de los drones, los tuits y las finanzas». Santiago Alba Rico (de su ensayo, escrito para esta edición).